La trayectoria ideal
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Utiliza toda la amplitud de la pista. Para eso está.
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La vista controla el vehículo. Fíjate en la línea deseada, el vehículo la seguirá casi él solo.
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Busca pacientemente el factor de comodidad en la trayectoria y en la velocidad adecuada. Ve aumentando la velocidad, pero solo cuando te sientas lo suficientemente seguro.
1 Punto de frenada: Desde aquí se reduce la velocidad hasta llegar al punto de giro.
2 Punto de entrada: Aquí es donde se suelta el freno, se gira y se apunta al ápex.
3 Ápex: Este es el punto en el que se vuelve a girar la dirección.
4 Punto de salida: Aquí es donde se endereza de nuevo la dirección y se vuelve a acelerar.
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Memoriza tranquilamente el circuito. Los puntos de orientación y de frenada son esenciales. Determina el punto de entrada, el ápex y el punto de salida de cada curva.
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Traza las curvas desde el exterior. El ápex es el punto de referencia en la cara interior de la curva. Cuando lo hayas dejado atrás, tus ojos deberían centrarse en la salida de la curva. Déjate llevar hasta haber salido, endereza la dirección y dale de nuevo a la aceleración.
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Las pequeñas correcciones en la dirección desestabilizan el vehículo y consumen tiempo.
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No juegues con el pedal de aceleración. Espera el momento adecuado para salir acelerando de la curva. En la mayoría de los casos puedes pisar el pedal a la vez que enderezas.
¿Cuál es la trayectoria ideal?
Una trayectoria ideal es aquella que permite recorrer un circuito lo más rápido posible. Depende de varios factores: el vehículo, el estilo de conducción, el terreno e incluso el clima. La trayectoria ideal no siempre es la más corta, y puede que en la misma curva haya varias igual de rápidas.
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Cada curva tiene su trayectoria ideal. Trabájalas. En el siguiente paso, las pondrás en una sucesión, cada una dependiente de la anterior, hasta completar la distancia total. Porque la trayectoria ideal de una curva también depende de las secciones anteriores y posteriores de la pista.
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El trayecto más corto no siempre es el más rápido. Abrirte un poco más al tomar una curva puede hacerte llegar antes a la meta si colocas el vehículo mejor para el siguiente tramo. Esto es especialmente importante cuando se suceden las curvas, en lo que se denomina una combinación de curvas.
El objetivo es salir de la segunda curva a la máxima velocidad. Piensa en retrospectiva: ¿cómo debes conducir para que puedas volver a acelerar lo antes posible en la segunda curva?
1 En la curva A, sigue la trayectoria ideal: el ápex está en el mismo sitio.
2 Al salir de la curva A, no te dejes llevar hasta el borde exterior de la pista, mejor quédate en el medio.
3 Así, podrás situar mejor tu vehículo para atravesar la curva B.
Conclusión: Se sacrifica la trayectoria ideal en la curva A para conducir por la curva B de forma perfecta y salir de ella a la máxima velocidad.
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Ten en cuenta las ondulaciones del terreno, los bordillos y la textura del asfalto al elegir la trayectoria y la velocidad en las curvas.
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Si llueve, opta por giros más abiertos. Como la mayoría de las curvas están peraltadas hacia dentro, el agua se acumula contra el bordillo. Además, el neumático sufre una abrasión mayor. Ambos factores aumentan el factor de deslizamiento en la pista.
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Ahora que sabes todo esto, te queda practicar, practicar y practicar, vuelta tras vuelta, hasta que des con la trayectoria perfecta
Puede tener sentido desviarse de la trayectoria ideal. Por ejemplo, si se quiere seguir una línea más ofensiva.
1 Para esta línea, retrasa un poco el punto de frenada.
2 A continuación, gira un poco más tarde y, sobre todo, con mayor intensidad.
3 En esta línea, puedes abrir el radio de giro antes y volver a acelerar más rápido.