Control mental y consistencia en Simracing

Control mental y consistencia en Simracing

                                           Por Mauricio Fagoaga 04 Octubre, 2019 extraido de un artículo de, Francisco Corredera

Hay muchísimos temas que tocar si hablamos del SimRacing. Estos temas van desde los puramente técnicos, componentes periféricos (volante, pedales, …), la PC, las pantallas, la configuración del coche (setups), el cockpit y la ergonomía, pasando por los aspectos más virtuales tales como la percepción de la velocidad en función del campo visual, FOV (campo visual). También podríamos hablar de las físicas que encontramos en los diferentes simuladores del mercado, sus diferencias, entender los parámetros que modifican la respuesta Force Feed Back, FFB, del volante, el sonido envolvente y los sistemas de vibración o Bodyshakers que mejoran la inmersión, … Y, por su puesto, si hablamos de SimRacing hay que abordar


los aspectos psicológicos que debe cuidar todo SimRacer si quiere progresar, no   desmotivarse y, en definitiva, desarrollar su afición satisfactoriamente a largo plazo. Y precisamente es esto último, el aspecto psicológico, mental del piloto, lo que ocupará las siguientes líneas.

Aunque parezca que es empezar la casa por el techo, la gestión de los nervios y el control mental son el capítulo más necesario y, paradójicamente, menos abordado en la competición SimRacing, en contra de lo que ocurre en la vida real. Y es lógico que no se repare en la importancia que tiene, en parte, primero porque somos amateur, segundo porque no hay tanto en juego y tercero porque si nos equivocamos las repercusiones son mucho menores y afectan sólo a nuestro propio compromiso, o al de nuestro equipo, de querer hacer las cosas bien. Pero eso no quita que la tenga, y mucha.Permitirme aquí un inciso sobre el término «real» del párrafo anterior. Considero incorrecto hablar de la competición convencional como la real y la de SimRacing como la virtual, porque si bien es cierto que en la virtual el espacio, la pista, el coche, …, son recreados, la competición es 100% real, porque no competimos contra un ordenador o IA, lo hacemos contra otros pilotos reales, de carne y hueso (y mente) como nosotros.  Precisamente porque hablamos de competición real, de lucha cuerpo a cuerpo, de tú a tú aunque el medio sea virtual, con reglas, jueces, penalizaciones, con publicidad, con seguimiento en los medios por vídeos, TV, …, .

En cualquier caso, la competición virtual ya ha sido acuñada como eSport y su repercusión y seguimiento crecen de forma exponencial.Volviendo al tema. Quien vea desde fuera esta afición y no haya probado un simulador bien equipado y durante un cierto tiempo, desconocerá que en un cockpit se puede llegar a transpirar, y mucho, que las pulsaciones llegan a alcanzar niveles importantes en muchos momentos y, lo más significativo, que se ejercitan y entrenan la mente, la vista, los reflejos y, muy especialmente, la concentración y la capacidad de mantener los nervios fríos en situaciones de mucho estrés, puntuales o durante muchos minutos y vueltas. Y es justamente este aspecto último el que más me interesa destacar: el trabajo mental y la consistencia. Si alguien quiere profesionalizarse en el mundo SimRacing tendrá que prepararse muy seriamente este aspecto, pero lo que me interesa es destacar que también deberá hacerlo el aficionado que quiera disfrutar a largo plazo de esta disciplina, porque es clave para progresar y retroalimentar la motivación, ver que controlas y que disfrutas en ese control, para así conseguir tu objetivo principal: disfrutar con plenitud de tu afición.


Los pilotos en el mundo físico saben que este es un aspecto fundamental, igual o más importante si cabe que ser rápido. Pero en SimRacing, herederos como somos en cierto modo del enfoque de ver y sentir la simulación como un juego, nos «subimos» sin complejos a un coche de 400 cv y nos tiramos a todas las curvas a fondo. Y no nos basta con hacerlo solos, en una sesión de prácticas, sino que aún con todo y viendo que ni con mucho conocemos las curvas ni controlamos el coche mínimamente, estamos ansiosos por disputar ya carreras. Tenemos la necesidad de medirnos, de ponernos a prueba, porque con ello experimentamos unas emociones rápidas que, aunque fugaces, nos hacen sentirnos bien, eufóricos. Pero esto dura muy poco ─cualquier SimRacer experimentado lo sabe y no suele caer en estos errores de precipitación y euforia. Porque esas sensaciones duran hasta que vemos que así no vamos a ningún sitio, que no somos capaces de dar tres vueltas seguidas sin errores y que las alegrías de adelantar a unos coches yendo como locos tienen muy poco recorrido y son muy volátiles.

Existen dos aspectos clave para ser rápidos: 1) conocer muy bien el circuito, 2) conocer el coche y ser capaz de buscar sus límites. Pero hay otro aspecto fundamental en un piloto, sea físico o virtual, que es el que más éxitos le dará: ser consistente, tener un buen control mental. Este tercer aspecto te hace mejorar también en los dos primero y, por tanto, también contribuye a que seas rápido, pues te permite estar centrado en la trazada y controlar el vehículo, pero, sobre todo, lo que da es consistencia. La mayoría domina los dos primeros, pero pocos, precisamente porque es un aspecto que en virtual se pasa más por alto, dominan el arte de dar treinta pasadas seguidas a un circuito, manteniendo fijos los tiempos por sección y sin cometer errores. Hacer eso solos ya es difícil, pero en carrera la dificultad es aún mayor, pues además deberemos controlar a los pilotos, estudiar los adelantamientos, las estrategias, …, aspectos todos que ponen a prueba los nervios. La razón por la que la mayoría somos inconsistentes es simple y llanamente porque no entrenamos este aspecto. Sin embargo, es justamente el que más permite mejorar, ganar o hacer buenas carreras.

Cuando se empieza en simulación, hay un error recurrente en el que todos caemos. Al cabo de unas pocas sesiones, cuando aún no somos capaces de dar cinco pasadas iguales, empezamos a percibir que nos cuesta muchísimo mejorar los tiempos. De hecho, notamos incluso que empeoramos. Entonces, empezamos a frustrarnos, a dudar de nuestra capacidad para entender el coche y sus respuestas, el circuito y cómo ser rápidos. Luego, viendo los tiempos de otros, comenzamos también a pensar que quizás el coche no está bien configurado, que el setup de base no sea del todo bueno. En definitiva, nos impacientamos por ser rápidos. Al final, nos convencemos de que una solución es tocar el setup y que, seguro, introduciendo cambios mejoraremos. Cierto es que un setup bueno puede mejorar ciertos aspectos del comportamiento del coche, pero no lo es menos que con los setup base, muchas horas de práctica y estudiando con detalle las trazadas en cada curva se consigue muchísimo más, sobre todo consistencia. Y es que la clave está ahí, en la consistencia: sin ninguna duda, mejorarás más tus resultados cuanto más consistente seas, pero no sólo porque la mayoría no lo son y por tanto ascenderás rápidamente en las carreras, sino porque la consistencia sólo se consigue cuando conseguimos visualizar el circuito, memorizar sus particularidades, automatizar conscientemente los movimientos que debemos hacer para conseguir la trazada más óptima en cada tramo y curva y, una cosa importante, no perder el control incluso cuando nos equivocamos, trazamos incorrectamente o las circunstancias de carrera nos rompen el ritmo y nos obligan a improvisar o a buscar soluciones en décimas de segundo. Un ejemplo con Fernando Alonso.


Como digo, incluso conociendo el circuito, controlando ya todos sus tramos y el coche perfectamente, notaremos que al cabo de 15 vueltas seguidas, nuestra cabeza ya no ordena igual, que aparecen distracciones que nos hacen perder la trazada óptima y que, sin casi darnos cuenta, nuestros tiempos se estancan o suben. ¿Qué ocurre? Simple: estamos cansándonos física y, sobre todo, mentalmente. ¿Cómo se mejora en estas dos facetas? No hay duda: teniendo una buena forma física y, en lo que ahora nos incumbe, entrenando mucho la consistencia y la capacidad de concentración y de focalizar. Aclaración: obviamente, otra cosa que hará que bajen tus tiempos al cabo de un buen número de vueltas es el desgaste de neumáticos, la perdida de peso por el combustible gastado, … pero dejemos esto por ahora, porque estos factores tendrán en general menos peso específico que el desgaste de neuronas sobre el que quiero que pongamos el foco

Hay una máxima en la que algunos ni reparan y en la que la mayoría, aunque sí la conoce, tiene dificultades para interiorizarla y convertirla en su principal clave de evolución y mejora: si no eres capaz de estar 30′ tú solo dando vueltas en tiempos aceptables a un circuito sin cometer errores, no pretendas participar en carreras de esta duración, con todos los factores externos en juego y en contra, y encima ganarla. Puede que consigas algún triunfo, probablemente más por demérito de los demás que por tus propias acciones, o, simplemente, por pura suerte, pero estarás cayendo en lo que algunos llaman falso éxito. Creerás que estás mejorando, te convencerás de que esa es la forma de actuar, que es válida, cuando en realidad no es así, y esto durará hasta el próximo fracaso o decepción. La clave está en una cosa que dijo Nadal en una entrevista que le hicieron cuando consiguió su quinto Roland Garros: «Yo creo que el ganar… claro que te hace feliz momentáneamente, pero lo que te hace feliz no es la victoria, es la satisfacción personal que tienes de haber trabajado y haberte entregado todo lo que has podido para poder llegar ahí».Empezando en cualquier afición, como en la vida, debes establecer expectativas acordes y equilibradas a tu posición si quieres desarrollar eso que quieres hacer con buen pie, con buenos fundamentos. En este sentido, te dará más satisfacción quedar quinto pero con consistencia que primero pero habiendo corrido de forma errática, siempre con la sensación de ir al límite de la esquizofrenia, sin control. Porque si bien tras estas carreras el «subidón» es bestial, todo eso pasa, es alegría pasajera, loca, y estás cimentando mal tu afición y el gusto por las cosas bien hechas.


Igual que subes bajas, y quien quiera evolucionar consistentemente en esta afición, como en muchas otras donde la componente mental es muy importante, deberá fraguar unas buenas bases que le permitan disfrutar al máximo incluso no ganando, y ahí la consistencia mental debe estar muy presente como objetivo, no sólo ser rápido. Evolucionar con consistencia es lo único que te dará tablas y una percepción correcta de dónde estás, tus limitaciones, tus logros y reforzará tu confianza (real) en ti mismo.Llegados a este punto, toquemos algunas claves o aspectos que debes considerar para establecer tus objetivos en SimRacing:a) Haz deporte. A la larga si sólo corres en una silla tendrás que dejar de hacerlo por dolores o por prescripción médica. Si bien no estamos sometidos a todos los trabajos y esfuerzos que supone llevar un coche físico, muchos otros aspectos son similares. Como mínimo, la posición y los requerimientos mentales están presentes y hay que cuidarlos. No es broma y no es pretencioso: es básico. Cuídate si quieres dar continuidad a tu afición y ser un buen SimRacer.b) No te precipites a entrar en carreras. Al principio no debes dejarte arrastrar por el calendario de carreras del programa ni de lo que hagan los demás. Por ejemplo, en FDL Virtual Race es muy fácil dejarte llevar por su calendario y es un error recurrente.

Hacerlo sólo te llevará a frustrarte y a una trayectoria con muchos altibajos.c) Al principio de las sesiones, sal a pista y plantea sólo hacer tandas cortas, de 3 a 5 vueltas seguidas para memorizar el circuito y conocer las curvas. Descansa unos pocos minutos, reflexiona sobre lo que has hecho y vuelve a la pista. Haz las primeras pasadas a una velocidad casi constante y media-baja, forzando sólo en algunos puntos para ver qué hace el coche si apuras, pero no demasiado y siempre con cierto control. No desesperes, ten paciencia e intenta quedarte con todos los detalles. Resulta útil consultar un mapa del circuito donde figuren los grados de las curvas.d) Luego, ve vídeos de otros corredores, hotlaps, etc., para que analices cómo trazan y a qué velocidades. Importante indicar aquí que te fijes en el FOV de ellos, pues si es muy diferente al tuyo lo que ves puede llevarte a errores o malas percepciones de la velocidad de paso, referencias, etc.e) Establece la rutina de entrenar en sesiones cuya duración sea la misma o algo superior incluso a la de la carrera que preparas. Son muy útiles las sesiones tipo Practica (de FDL Virtual Race), te obligan a practicar con similar concentración que en carrera. Te ayudarán a mejorar tu consistencia y a responder a los errores sin perder el control.f) No toques setups salvo que hayas llegado a un punto en el que sientas que estás estancado a pesar de ser ya muy consistente, de haber estudiado a fondo la pista y de controlar muy bien el coche. Es decir, si ya eres capaz de rodar por ejemplo de 30 a 40 minutos seguidos sin errores y ajustando bien la trazada óptima, pero adviertes que estás a más de 4 ó 5″ de los tiempos medios que has visto el los resúmenes de las carreras de la serie que preparas. Que sí venías mejorando en las últimas tandas pero que ya para rascar unas milésimas al cronometro tienes que ir literalmente subiéndote por las paredes, en ese modo esquizofrénico de conducir al que antes me refería.


Entonces y sólo entonces prueba a tocar algunos parámetros. Existen algunas guías al respecto que te ayudarán a entender qué puedes tocar y para qué, pero como digo, cada cosa a su tiempo.g) Comprobarás una cosa muy curiosa, y es que si al cabo de un tiempo de usar el nuevo setup vuelves al original, es posible que no alcances los tiempos que ahora estás consiguiendo, pero sí verás que mejoras respecto a los que hacías cuando te sentías estancado. ¿Cuál es la razón principal de esto? Pues que todo el rodaje extra que has hecho con el nuevo setup sigue sumando y computa en la mejora de tus tiempos de paso por curva y en tu comprensión más profunda de la trazada, en tu capacidad de ajustar mejor los toques de acelerador a tiempo, la suavidad con la que frenas en determinadas curvas para que el coche no sobrevire, etc, etc, y no tanto el setup en sí. O dicho de otro modo: con tu antiguo setup sí que tenías aún mucho margen de mejora. La otra pregunta por tanto sería ¿dónde habrías llegado con el nuevo setup si hubiese tenido la paciencia y la inteligencia suficiente de exprimir más el viejo? Pues la respuesta posiblemente es que habrías mejorado aún más tus tiempos con el nuevo setup, lisa y llanamente porque tu punto de partida y tu consistencia serían mejores. Por tanto, reitero, no tengan prisa por cambiar de setup hasta que no estén totalmente convencido de que nada más puedes hacer. Son las horas, más que el setup, lo que te harán mejorar, porque son muchos los detalles que debes atender y no es fácil exprimir al máximo el coche, su manejo y el circuito.h) Entrena tu consistencia practicando tandas largas y controlando los tiempos por sección.i) Participa en carreras no buscando ganar, sino para a) aprender a gestionar los nervios, b) observar a los otros coches, c) ser capaz de controlar el coche en trazadas alternativas, pues determinadas circunstancias de carrera te exigirán salirte de tu trazada normal y circular a velocidades anormales.j) Proponte retos durante la carrera, como mantenerte detrás de otros coches e intentar al mismo tiempo no perder tus propias referencias. Yendo detrás es muy fácil perder tu trazada y dejarte «arrastrar» por el coche que sigues, lo que implicará que si él comete un error, posiblemente tú también.

Hay momentos en carrera en los que es más inteligente quedarse detrás y esperar acontecimientos.k) Es muy importante ser rápido, pero no lo es menos ser constante y regular, pues es lo que en gran medida marcará tus posibilidades en carrera. En los simuladores actuales, no basta sólo con hacer siempre lo mismo en cada curva, pues éstos también simulan los cambios que va experimentando el coche con el paso de los kilómetros (peso del carburante y desgaste de ruedas) así como los de la pista, clima, suciedad, goma, … Si a todo eso le unimos que en carrera estamos compitiendo con otras personas que, como nosotros, pueden tener problemas, respuestas inesperadas o simplemente aparecer trompeados tras una curva, queda claro que ser consistente y regular implica negociar con todos esos factores internos y externos que nos rodean cuando estamos en pista. Gestionar todo junto no es fácil, pero que no lo sea es precisamente lo que hace más interesante y un reto tu afición, no lo olvides.


Simuladores como FDL Virtual Race ayudan a tener presentes muchos de los factores que acabamos de comentar, pues introducen los factores «responsabilidad» y «respeto» en la ecuación que hace de un SimRacer un buen SimRacer.  Por simplificar: si eres rápido y seguro al volante ganas puntuación, y si no serás penalizado. Estos factores derivan en que, por un lado, los pilotos que participan en una carrera no se las tengan que ver con los «locos» o excesivamente descuidados que saltan a la pista sin haber hecho los deberes: estudiar el circuito, conocer el coche, …, y todas esas cosas que ya hemos comentado. Los comportamiento erráticos, kamikazes que hemos sufrido en otros simuladores y que frustran a quienes quieren hacer las cosas con responsabilidad, en FDL Virtual Race son menos frecuente y, en cualquier caso, tienen un costo, por ejemplo, si puedes o no participar en una determinada prueba.El pasado, pero sobre todo el presente y futuro de esta disciplina son fascinantes y las tecnologías que se mueven entorno a ella son cada vez más sofisticadas, cuestión que contribuye a aumentar los niveles de inmersión y con ello a trasmitirnos de una forma más fidedigna las sensaciones y respuestas de la conducción y de la competición en el mundo del motor.

La mayoría de nosotros no aspiramos a ser pilotos reales ni profesionales del e-Sport, y aunque existen casos en esa línea, Lucas Ordónez por ejemplo, del mismo modo que los que corren en bici no aspiran a preparase el Tour de Francia, ni los que juegan al tenis a ganarse la vida con ello, los SimRacer estamos aquí porque nos gusta el mundo del motor, nos apasiona la competición y sentir, en la medida de lo posible, la adrenalina que genera un adelantamiento, intentar pasar cada vez más rápido por una curva o simplemente el reto de superarnos a nosotros mismos y dominar las situaciones adversas con un volante entre las manos. Para todo ello, el control mental es clave y hay que entrenarlo, no lo olvides. Proponte sólo ser consistente antes que rápido y verás como sin darte cuenta consigues los dos objetivos.